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Skull and Bones [REVIEW]

Si un norte se te ha perdido, por el sur anda escondido

Pocas veces tuve tanta ansiedad por un juego. Desde que se anunció allá por el 2017, imaginé una versión realista y menos caricaturesca de Sea of Thieves. Un universo donde los piratas sean realmente temidos, en el que soñé convertirme en el terror de los mares. Seguí atentamente cada uno de los trailers de Skull and Bones y visité ansioso el espacio de Ubisoft durante la E3 del 2018. 

Explotado de emoción, me senté en uno de los puestos para probar el combate marino, apostando todo al maravilloso modelo que habían usado para Assassin’s Creed. Si me daban más de eso teníamos un hit entre manos. Pero aquel día me fui feliz con una remera de la gran apuesta de Ubisoft y una sensación agridulce. Siete años después del anuncio, y después de varios cambios de rumbo, Skull and Bones llega a nuestras manos, pero es muy diferente a lo que imaginé.

Si hay agua después del viento tu barco andará contento

La consigna es muy simple, nos ponemos en las botas de un marinero que aspira a convertirse en el gran capitán de un barco pirata. En un caótico arranque, el barco que tripulábamos es hundido y despertamos junto a un par de desgraciados que están en el mismo aprieto. En este momento personalizamos rápidamente al personaje que nos va a acompañar durante toda la aventura y nos lanzamos al primer pedazo de tierra para comenzar la aventura. Pero tranquilos que si se arrepienten, después se puede tunear.

Aquí es donde tenemos el primer problema, porque las opciones de personalización para nuestro alter ego pirata son tan pocas que da bronca. Tenemos modelos para ambos sexos, pero no podemos hacer variaciones en las facciones, con lo que no tenemos la posibilidad de hacer nuestro pirata a imagen y semejanza. Solo un puñado de peinados para elegir, algunos colores de pelo, unas pocas barbas, color de ojos y algunas cicatrices. Para terminar hay opciones de contextura física, y hasta aquí llegó el amor de Ubisoft Singapur.

Fue necesario masticar enojo y poner todas las esperanzas en el combate naval, que tardaría bastante en llegar. Vestidos con harapos, aceptamos las misiones de otro tripulante de nuestro barco, que nos pide varias pavadas para que aprendamos lo básico de la navegación. Junto a los pobres diablos que nos acompañaron, nos trepamos a un pequeño cachivache al que llaman bote y nos lanzamos al mar. Si todo sale bien, pronto nos convertiremos en capitanes de nuestro propio barco.

Ave de mar que busca madriguera anuncia tempestad de esta manera.

Hasta este punto todo puede sonar prometedor, pero los problemas no tardan en aparecer. A nivel narrativo, el potencial de Skull and Bones era enorme, pero desperdiciaron una oportunidad única. Da la sensación de que este AAA comenzó a gestarse con la idea de aprovechar el maravilloso combate naval, y con esta excusa poner una historia que lo vista. Nuestro infame pirata se dirige al principal puerto para ganarse con encargos el derecho a tener su primera embarcación y pronto termina sentado frente a la máxima autoridad. Un pirata con delirios de grandeza que ahoga sus inseguridades en botellas de vino y que nos da la oportunidad de demostrar nuestro valor. Pero desafortunadamente las conversaciones son muy superficiales y las opciones de diálogo son mínimas. No importa que contestemos, el curso de la historia no cambia y todo sigue su rumbo directo al mar del aburrimiento.

Las primeras horas tienen a su favor nuestro afán por ganar fama como pirata y dinero para mejorar nuestra embarcación. Pero con el tiempo, todas las misiones empiezan a parecerse y lo único que salva a Skull and Bones del naufragio es la posibilidad de agarrarnos a cañonazos. Solo resta cruzar los dedos y rezar al que el modelo de juego como servicio, nos traiga importantes correcciones y agregados que le devuelvan el interés y enderecen a esta embarcación para evitar el naufragio.

Viento del este, lluvia como peste

El mapa de unos 620 metros cuadrados se convierte en el escenario ideal para nuestras fechorías. Eventualmente, nos cruzamos con otros jugadores reales con los que podemos interactuar, y afortunadamente no han tenido un comportamiento belicoso, lo que nos dio tiempo suficiente a tener un barco y armamento decentes. A medida que subimos de nivel y conseguimos planos, tenemos la posibilidad de construir embarcaciones más grandes que nos permiten tener más poder de fuego y capacidad de carga. 

Los combates se sienten muy bien, pero la navegación tiene un enfoque arcade y mucho menos complejo que el Sea of Thieves. Solo hay que controlar el viento y desplegar las velas. Cuando hay un enfrentamiento solo hay que disparar cañones, evitar el fuego enemigo y reparar rápidamente los daños para evitar el naufragio. Si nos acercamos lo suficiente a un barco averiado podemos intentar abordarlo, pero no hay combate sobre la cubierta. Solo vemos la opción de tomar el botín del enemigo, mientras una triste animación de abordaje nos transmite una tibia sensación de victoria.

La forma de tomar los recursos de las costas se muestra como un minijuego, que termina por entorpecer todo y eventualmente quitamos la opción de hacerlo manualmente. Pero quizás lo que más enojo produce es que un juego con tanto potencial se vea tan flojo a nivel visual. Con 7 años de ventaja y mucha evolución gráfica, el aspecto y la física del mar de Sea of Thieves siguen siendo insuperables. 

Mucha luz y pocos truenos, agua traen por lo menos

Hay que reconocer que el aspecto de la cubierta del barco de Skull and Bones en primera persona, tiene su encanto. Se ve a los marineros lidiar con sus funciones y el agua del mar pega en la embarcación y se escurre por la cubierta. Pero desafortunadamente el modelo de daños tiene problemas. Se ve poca progresión cuando la embarcación recibe impactos, con un triste efecto de madera incandescente en algunos sectores. Lo poco bueno se diluye al usar la vista externa y el feeling de capitán de navío se convierte en la de un timonel barquito de plástico en un juego de mesa de batalla naval.

Los personajes también lucen bien a golpe de vista, pero las animaciones se sienten toscas y poco realistas para un juego AAA de Ubisoft del 2024. Todo el peso del juego queda finalmente en manos del combate que si bien es divertido, no deja de ser un arcade de piratas que termina convirtiéndose en rutina.

Skull and Bones ¿vale la pena?

Skull and Bones es una muy linda idea que fue mutando en el tiempo y no de la manera más feliz. Ubisoft pegó infinidad de volantazos en un intento desesperado por rescatar este título del naufragio y tras varios retrasos terminó por convertirlo en lo que hoy llega a nuestras manos, y que nos deja con esa sensación de galleta marinera húmeda y vencida. 

Como para seguir castigando la golpeada embarcación de este título, el precio es altísimo y el Ceo de Ubisoft dijo que esto es un juego AAAA. Está claro que estamos frente a un AA__ y esperamos que las A que faltan vayan apareciendo con los contenidos que planifiquen a futuro. Ubisoft tiene un duro trabajo por delante, pero ya desplegaron sus velas lanzando el Season 1, Raging Tides. Veremos si con el tiempo Skull and Bones llega a buen puerto. Por el momento, lucha por mantenerse a flote en medio de una tormenta de críticas negativas y el enojo de sus fans.  [i]


DESARROLLADO POR: Ubisoft Singapur
DISTRIBUIDO POR: Ubisoft
GÉNERO: Acción y aventura
DISPONIBLE EN: Ps5, Xbox, PC

QUÉ ONDA: Llega el retrasadísimo esperadísimo juego de piratas.
LO BUENO: Un enorme mapa para recorrer, horas de aventura surcando los mares y disparando cañones para convertirnos en los piratas más temidos.
LO MALO: por momentos se ve gráficamente muy bien, en otros muy flojo. Le falta contenido como single player y con el tiempo se siente un poco repetitivo. El precio es alto.

Este análisis de Skull and bones  fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores

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